La excelencia existe: un proyecto para superdotados
Desgraciadamente el fracaso escolar mantiene unos índices muy altos entre los niños con superdotación. Ante esto, el Colegio Amor de Dios ha desarrollado un proyecto para motivar a esos alumnos llamado La excelencia existe.
Cuando comencé a adentrarme en este fantástico mundo que es la escuela, desde mi posición de maestra, quise innovar, incluir las diferencias y convertirlas en tradiciones, intentar quedarme con lo que funciona y desechar lo que no llegaba a ninguna parte. Los primeros días fueron cautos, no quería salir de la línea marcada el primer curso, pues hay que conocer primero el camino para poder pensar alternativas a los tramos que no convenzan.
Sinceramente, en esos primeros días en los que, por ignorancia o por cautela, decidí no salirme demasiado del sendero marcado, durante la mayoría de la jornada me aburría. Dando clases me aburría y pensaba ¿cómo no se van a aburrir los niños? Y entonces indagué y adopté diferentes metodologías y formas de actuar ajenas; y también intenté innovar por mí misma y adaptarme a los nuevos tiempos.
Y en este pasaje interminable pero esperanzador, repleto de diferencias y oportunidades, encontré una nueva diferencia que hasta entonces no conocía de cerca: las altas capacidades. El aula de apoyo a la integración presenta continuos retos de inclusión en la escuela y en la sociedad, y este era uno de ellos. Sí, todos somos iguales en derechos y en oportunidades, pero de la misma forma que somos iguales, somos diferentes.
Nueva dimensión
Altas capacidades, sobredotación, talento. ¡Qué equivocada estaba antes de conoceros! Con un solo alumno primero, y algunos más después, llegó la fundación de una nueva dimensión educativa en mi aula. Me puse manos a la obra, como siempre creo que se debe hacer cuando llega algo inédito, pues aunque todos tengamos una base formativa, nunca es suficiente. La formación de un maestro nunca descansa. Y es en este punto cuando, sin prisa, pero sin pausa, iba conociendo la teoría y aplicando la práctica. Esta práctica, ha sido galardonada con el I Premio a la Excelencia Educativa 2014 de la Fundación el Mundo del superdotado.
La protagonista de este relato es una metodología llevada a cabo en el aula de apoyo a la integración con alumnos diagnosticados de altas capacidades en el centro. Hay que aplicar medidas de atención a la diversidad a todos los alumnos que presenten necesidades educativas y esas medidas deben ser proporcionales a esas necesidades concretas y deben, también, ser específicas para cada alumno.
He aprendido que si no se les atiende a tiempo de forma adecuada pueden, incluso, llegar al fracaso escolar y, lo que es peor, a la frustración personal. Esperar a que surjan problemas en estos alumnos para que sean atendidos es un craso error. Hace poco escuché: “Hay que educar a los alumnos de altas capacidades, no entretenerlos”. Desde este aula se proponen tres tipos de atenciones dentro del horario escolar: atención individual en el aula ordinaria, atención fuera de ella y atención grupal. Todas estas medidas están descritas en el trabajo llamado La excelencia existe, cuyo nombre responde a todas aquellas personas que niegan la existencia de las altas capacidades.
Un proyecto de excelencia
La excelencia existe se puede resumir en las dificultades y logros que manaron de ella. Como dificultades, podemos mencionar la escasa formación ante este tema cada vez más extendido, los mitos tan arraigados que se asientan en la escuela, el tiempo extra necesario para preparar una atención adecuada y, por último, la socialización de muchos de estos alumnos, que, en ocasiones, se ve mermada por la propia sociedad.
Todos los días me pregunto si lo estaré haciendo bien o si, por el contrario, me estoy equivocando. En cada momento surgen dudas sobre esta labor de maestra que me han confiado, pero entonces llega un reconocimiento e indudablemente deliberas: Pues parece que no voy mal encaminada y te dan fuerzas para seguir, un empujón para animar a otros compañeros, para saber que si no es por un camino, es por otro, en definitiva, un aliento para seguir siendo maestra.
Inmaculada Espinosa
Colegio “Amor de Dios”de Cádiz
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Los centros educativos son fundamentales para detectar y prevenir problemas psicológicos. Se menciona que la ratio de psicólogos en los colegios es cinco veces menor de lo necesario. La presencia de psicólogos ayudaría a detectar problemas a tiempo y a proporcionar recursos de afrontamiento para los niños.
Nuestro papel es el de acompañar, guiar, estar ahí, para poder impulsar, alentar y ver al niño/a en su particularidad. Y esto nos hace posicionarnos en otro lugar, nos hace reflexionar sobre nuestra práctica y nos provoca cuestionarnos en nuestro día a día.